Precalienta el horno a 250 °C.
Descongela el pavo en el refrigerador dos días antes de cocinarlo. Cuando ya lo vayas a preparar, enjuágalo perfectamente y sécalo. Unta el pavo con la mantequilla derretida (puedes ayudarte con una brocha de cocina). Salpimienta.
Rellénalo por ambas cavidades con el relleno de tu preferencia. Con hilo cáñamo y aguja gruesa cóselo para mantener el relleno adentro durante la cocción.
Ponlo en una charola, báñalo con el vino y tápalo con papel aluminio. Hornéalo por una hora a la temperatura del precalentado. Después bájala a 180oC, déjalo aproximadamente tres o cuatro horas más o hasta que esté suave.
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