La mayoría de los hombres piensan que, o están excitados o no lo están; o tienen una erección o no la tienen, pero en realidad el momento exacto en que se puede penetrar a la pareja para tener una experiencia única, es cuando se logra la correcta erección.

Para lograr el anhelado momento el hombre deberá pasar por varias etapas que es preciso conocer. Así como queremos conocer las velocidades de un automóvil estándar, será muy útil familiarizarse con las “velocidades” de una erección.

La respiración y el pulso cardíaco son indicadores importantes de la excitación y para el proceso de la erección -ambos se aceleran-, pero el signo más evidente es el que proporciona el medidor sexual que se lleva entre las piernas: la erección.

Existen cuatro diferentes etapas en la erección:

1.-Alargamiento

2.-Hinchamiento

3.-Endurecimiento

4.-Calor

Durante la primera, el pene comienza a alargarse sin llegar a elevarse.

En la segunda, empieza a ensancharse y elevarse, pero ¡ojo!, aún no está duro. (En este momento, el pene aún no está lo suficientemente rígido como para una penetración, a menos que se  emplee alguna técnica de entrada suave mientras se sigue jugueteando y acariciando con la pareja)

En el tercer paso, el pene se pone erecto y duro, pero aún no se siente caliente.

En la última etapa, el pene está duro y caliente, es aquí el momento buscado, la erección perfecta que volverá loca a cualquier mujer, durante el coito los testículos se acercaran al cuerpo anunciando que están listos para eyacular en el momento en que tu mente lo indique.

Cuando se logra esta erección, es importante también entrenar la mente, relajar la respiración y enfocar los pensamientos en el goce que se está teniendo, quitar toda la concentración del pene ayudará a mantener una relación placentera sin que sea un “rapidín” sin control, es importante mantenerse en el límite eyaculatorio y prolongar al máximo el momento.