La mayoría de los hombres tiene una gran preocupación por su desempeño sexual, especialmente por la duración de su erección durante las relaciones. ¿Es posible retrasar la eyaculación para durar más? Según los expertos sí y estas posiciones sexuales te ayudan a conseguirlo. Llevarlas a cabo contribuye a incrementar la duración de los encuentros sexuales y además, facilitan el placer de ambos, ¿te atreves a hacerlas? Toma nota.
La penetración con esta postura sexual puede ser un poco difícil al principio pero puede ser efectivo para retrasar la eyaculación. Ambos deben estar acostados de lado sobre la cama, mirando en la misma dirección, aunque la mujer debe estar con la pelvis un poco más arriba, con la cadera inclinada hacia adelante y las piernas exionadas. De esta forma, la penetración será más sencilla y una vez que estén encajados, el hombre tomará el control, por lo que puede aprovechar la posición para rodear con sus brazos a su pareja y estimular otras partes del cuerpo como los pechos.
Esta es una de las posiciones sexuales donde la penetración es poco profunda, por lo que evita la sobreexcitación del hombre y lo obliga a moverse lentamente.
Con esta postura sexual deben estar frente a frente, ya sea de pie o acostados en la cama. La idea es que la pelvis de la mujer este un poco más arriba que la del hombre y que ella eleve una de sus piernas para rodear la cintura de su pareja. La penetración no ocurre tan fácilmente y de hecho, es necesario que uno de los dos guíe el pene dentro de la vagina. La mujer puede darse impulso con la pierna que tiene alrededor de su pareja y coordinar los movimientos, puede acercarse o alejarse de él tanto como lo prefiera. Como hay una penetración poco profunda, el hombre no tiene mucho empuje y por lo tanto se puede retrasar la eyaculación.
Deben ponerse en la posición normal de perrito y luego, ambos deben ir bajando lentamente su cuerpo hacia la cama, de manera que el estómago del hombre quede completamente apoyado contra la espalda de la mujer. Las piernas de ella deben estar con las rodillas exionadas y entre las piernas del hombre, con el objetivo de que el ritmo no dependa solo de él sino de ambos. Deben concentrarse para coordinar sus movimientos y para mantener el pene dentro. Con esta postura, la fricción es más lenta, limitando la sobreexitación del hombre y estimulando al mismo tiempo el punto G femenino.
Ambos deben estar sentados en la cama, ella rodeando sus piernas en la espalda del hombre hasta que su pelvis encaje y se produzca la penetración.
Hay mucha libertad de los brazos con esta postura, por lo que pueden aprovechar para abrazarse y sentir un mayor contacto físico. Además, esta postura permite jugar con distintos ángulos de inclinación para acercarse más o menos, mover las caderas como lo prefieran para que la penetración sea más o menos profunda. Como la mujer tiene el control, el hombre aguanta más tiempo y ella puede buscar su orgasmo con un poco de más calma
Esta posición sexual puede ser muy divertida, simplemente el hombre debe acostarse boca arriba mientras la mujer arquea sus piernas y se pone encima de él, dejando que sus extremidades lo rodeen. Cuando logren la penetración, la mujer debe inclinarse hacia adelante, sosteniendo el peso de su cuerpo apoyándose en el pecho de él como si fuera una almohada, usando las palmas de las manos o los codos. Con esta postura, la mujer tiene el control de los movimientos, por lo que puede mover sus caderas hacia atrás, adelante o en círculos hasta alcanzar el orgasmo.
También puede acercarse hacia el rostro de su pareja para disminuir la profundidad de la penetración y aprovechar para darle besos apasionados. Atrévete e intenta algo nuevo en la intimidad para disfrutar como nunca antes.
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